Confirmaciones en la Basílica Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

El nerviosismo de algunos mientras otros esperan con mucha serenidad la llegada del momento mas esperado durante estos 3 años. Incluso más de alguno demostró abiertamente el seguir este camino, preparando a los jóvenes que se inscriban en el futuro.Los padres de los jóvenes que se confirmaban demostraban alegría por el paso que estaban dando sus hijos. En la previa a la ceremonia, los asistentes esperaban con tranquilidad el comienzo.Siendo pasadas las 19:00 hrs. Comenzaba la ceremonia presidida por el vicario de la zona centro, el padre Francisco Javier Manterola y acompañado por el párroco de la Basílica “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”, el padre Benito Tapia.El ánimo presente de los asistentes, da a conocer que el tiempo esperado, había valido la pena y que no había pasado en vano. Familia, amigos y gente que los vio crecer, los acompañaba y les entregaba su fuerza y buenas vibras.En total se confirmaron 18 personas, de los cuales 10 eran adultos, quienes demostraron que a pesar de ser mayores igualmente sentían ese llamado a confirmar, maduramente, su fe y creencia en Dios; y 8 jóvenes, quienes pusieron la alegría a la ceremonia.“Creen en Dios Padre, Creador del cielo y de la Tierra… Si Creo…” con esta pregunta y respuesta categórica, comenzó el sacramento de la confirmación. Uno a uno fueron acercándose ante el vicario y fueron recibiendo el óleo sagrado y la bendición del mismo Vicario y luego del padre Benito Tapia.Los asistentes emocionados por haber sido testigo de la confirmación de sus hijos, hermanos, primos, nietos y amigos.Al terminar, y siendo las 20:34 hrs. la felicidad inundo por completo el templo, por parte de los confirmandos. Los abrazos y felicitaciones reinaron los minutos siguientes.Cuando pensé que me retiraría sin lograr conversar con el vicario, logre conseguir unos minutos de su tiempo y pude entrevistarlo, y aproveche también que el padre Benito Tapia me concediera la entrevista. Ellos entregaron un mensaje para todos los jóvenes y en especial a los que recién habían recibido el sacramento de la confirmación.Luego de concluir mi trabajo, me dirigí a una de las tantas celebraciones. Para mi sorpresa, me encontré con una realidad que no había vivido nunca y fue que la madre de una de las jóvenes no pudo asistir a la ceremonia, debido a que ella estaba recién en recuperación después de haber dado a luz a una hermosísimo varón, pero a pesar de esto, estuvo presente en la oración, pidiendo por que todo se hiciera según la voluntad de Dios. Este fue un momento digno de la situación y de lo que estaban viviendo los jóvenes.Ya al término, me queda mas que expresar mi felicidad por estos jóvenes quienes pudieron reafirmar su fe y el amor que poseen hacia Dios.
Sergio “Keko” Arancibia