Penco vivió hermosa fiesta mariana

"Emociona ver a tanta gente" fueron las palabras del padre Wilson Cuello, párroco de la parroquia Nuestra Señor del Carmen, de Penco, al observar desde un altillo el paso de miles de personas para saludar y agradecer a la Virgen, que en una imagen hermosamente adornada, se ubicó en el atrio del templo.

Todas las comunidades de la parroquia de Penco y Lirquén (Nuestra Señora del Carmen, La Purísima de Lirquén y Divino Redentor) salieron a las calles con carros alegóricos, sus grupos pastorales ordenados y con sus distintivos. Fue una gran fiesta que según el padre Wilson "es una demostración de cariño que tiene el pueblo a la Virgen. Cuando se cuestiona y se dice que el cristianismo está en decadencia, esta manifestación dista lo contrario. Es mucha la gente que demuestra el cariño a la Virgen. Este es un tiempo de misión con ella".

El párroco expresó al pueblo su gratitud a quienes participaron en la procesión. "Hemos dicho que Penco y Chile es un pueblo mariano; que tenemos puesta toda nuestra confianza en la madre del Señor, bajo la advocación de El Carmen, que nos bendice a cada uno de nosotros, en todos los momentos de nuestra vida. Ella nos acompaña en el día a día".

Bajo los sones de la Banda del Pueblo y el canto de coros y grupos, cada comunidad pasó frente a la imagen, que estuvo escoltada por los "andas", que la transportaron por varias calles de la ciudad.
En esta oportunidad, se sumó a la procesión la imagen de la Virgen del Boldo, una reliquia que guardan celosamente las religiosas Trinitarias, en Penco. El párroco de la parroquia Divino Redentor, presbítero Héctor Rivera, recordó que originalmente la imagen de la Virgen del Boldo, venerada por más de 400 años, fue traída a penco, por don Pedro de Valdivia.

El padre Rivera agregó que Penco tiene una tradición mariana de larga data. El pueblo de Penco manifiesta su amor a la Virgen en Nuestra Señora del Carmen, La Virgen del Boldo y La Purísima de Lirquén. "Este es el amor a María. Nos sentimos orgullosos como pastores de este pueblo por el fervor mariano. El pueblo se ha volcado a las calles y es un signo de que Cristo reina y que mejor que María para llegar a Él".

Fuente: Comunicaciones Concepción